“Ningún hombre conoce lo malo que es hasta que no ha tratado de esforzarse por dejar de serlo”. Clive Staples Lewis.

domingo, 14 de marzo de 2010

Kibakichi (2004)


Tomoo Haraguchi es uno de los mejores creadores de efectos especiales del Japón. No por menos ha trabajado con directores de la envergadura de Shinya Tsukamoto o Takeshi Kitano. Su método, siempre rudimentario, se aleja de los asombrosos efectos infográficos a los que estamos acostumbrados hoy día, y en Kibakichi, su tercera película como director, recreó con una enorme nostalgia y respeto todo un homenaje al cine de samuráis, al kaiju y al spaguetti-western,. En Kibakichi nos adentramos en el folcloré japonés y en la figura de los yokai, aunque para la ocasión, se verán mezclados con uno de los monstruos más representativos del cine occidental: el hombre lobo. Y es que, Haraguchi, como buen japonés e hijo de su madre, es un fan acérrimo de las películas de Paul Naschy y sobretodo de La Bestia y la Espada Mágica, film que dirigiera nuestro licántropo patrio haya por el 1983 en la tierra del sol naciente.
En el año nosecuantos de la dinastía noseque, los humanos y los yokai (que es como se conoce a los espíritus y monstruos de la cultura japonesa) intentan convivir sin éxito en la misma tierra. Por ese motivo muchos yokai adoptan forma humana para sobrevivir junto a ellos. Uno de espiritus encubiertos es Kibakichi (Ryuuji Harada), un letal espadachín que acabará en un pueblo desamparado y solitario. Una vez allí decide irse de putas y correrse una buena juerga en el casino, cuando descubre que los habitantes de ese pueblo son, al igual que él, unos pobres e indefensos yokai que corren un grave peligro...

Haraguchi, consigue salir adelante con esta película llena de fantasía y acción, con un presupuesto limitadísimo y un rodaje de apenas 20 días. Algunos espectadores se pueden mostrar algo reticentes ya que cuesta entrar en la película y su bajo presupuesto puede hacer meya a los que no estén dispuestos a tragarse una hora y media de monstruos, espadazos, sangre y algunos efectos artesanales y algo cutres, todo hay que decirlo...

De hecho, en Kibakichi, al igual que en otra gran película sobre hombres lobo llamada La Maldición del Hombre Lobo de Terence Fisher (¡una obra maestra!), no aparece el hombre lobo hasta los últimos 15 minutos, aunque en la cinta que nos ocupa, lo hace en un derroche de acción y frenesí, que dejará pasmado a más de un escéptico (y los que no se queden pasmados es porque no saben valorar el buen hacer de Haraguchi, y contra eso no hay nada que hacer). La transformación eso si, deja mucho que desear, pero el ejemplar de licántropo que aparece en Kibakichi es uno de los más bellos que recuerdo.


Existe una segunda parte que aborda algunos elementos sueltos de la primera (como la mujer lobo que quiere vengarse de Kibakichi). En breve intentaré reseñarla lo mejor que pueda.

Titulo original: Kibakichi: Bakko-yokaiden (Japón, 2004)
Director: Tomoo Haraguchi
Guión: Mugi Kamio.
Actores: Ryuuji Harada, Nozomi Andô, Miki Tanaka...

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