“Ningún hombre conoce lo malo que es hasta que no ha tratado de esforzarse por dejar de serlo”. Clive Staples Lewis.

domingo, 14 de marzo de 2010

The Return of the Vampire (1944)

Lew Landers, todo un especialista que ya había realizado uno de los clásicos de terror de la Universal con El Cuervo (1935), realizó a mediados de los 40 una de las mejores y más originales cintas sobre vampiros bajo el título, The Return of the Vampire, aunque esta vez para la Columbia Pictures.

La acción se desarrolla en pleno Londrés. El Dr. John Ainsley (Roland Varno) y su mujer Lady Jane Ainsley (Frieda Inescort) investigan la misteriosa anemia que sufre una de sus pacientes y descubren que todo es obra de un malvado vampiro llamado Armand Tesla (Bela Lugosi). Así que deciden ir en su busca y terminan con él. Pero años más tarde, en mitad de los bombardeos nazis a la capital inglesa, una de esas bombas hace que el cadaver de Tesla termine a la vista de dos hombres. Y estos, pensando que se trataba de una víctima más, deciden extraerle la estaca que tiene clavada en el corazón y le devuelven la vida sin querer...


Como podéis comprobar por la premisa, The Return of the Vampire es una de las pocas películas que desarrollan su trama fantástica en un marco histórico real y relativamente reciente para el año de su estreno (recordemos que los ataques a Londres tuvieron fecha 4 años antes), por lo que otorgan al planteamiento cierto aura siniestra y una pizca de relativa autenticidad. Otro de los puntos fuertes y a tener en cuenta de esta The Return of the Vampire, es que Bela Lugosi, - que por aquel entonces venía de encarnar a un mad doctor mitad simio en The Ape Man (William Beaudine, 1943) y al monstruo de Frankentein en Frankenstein y el Hombre Lobo (Roy William Neill, 1943) -, volvía a enfundarse en la piel de un vampiro no menos escalofriante que su Dracula browningiano (1).


Pero sin lugar a dudas, uno de los puntos por la que destacaría esta película es por la aparición de un hombre lobo con traje y corbata (2). Sí, ya sé que su apareción es más bien anecdótica y que este licantropo bien podía haber sido cualquier otra cosa (un jorobado por ejemplo...), ya que deja de lado toda la mitología creada por Curt Siodmak, traicionando algunos de los elementos fundamentales de los films anteriores. Véase que el hombre lobo se transforma por el influjo del vampiro Tesla, sin que la luna llena tenga nada que ver, o que pueda campar a sus anchas a plena luz del día. También se cometen graves errores con la indumentaria del mismo, ya que a veces aparece con el típico traje negro que tan bien lució mi querido Don Lon Chaney Jr, cuando recordemos que iba con un impecable traje con corbata. Pero aún así, este ejemplar mitad hombre mitad lobo es uno de mis favoritos (3). La transformación mediante encadenados está muy bien conseguida y el actor que encarna al licántropo, Matt Willis, consigue realizar una estupenda caracterización y muestra cierto sentimiento de culpa al traicionar a los Ainsley... ¡Épica es la escena en la que consigue a acabar con el vampiro (con descomposición incluida)!
¡Como me gustan las películas de hombres lobo! Tal vez sea porque yo a mi manera soy uno de ellos. ¡AUUUUUUU!


Título original: The Return of the Vampire (USA, 1944)
Director: Lew Landers
Guión: Griffin Jay & Randall Faye sobre una historia de Kurt Neumann.
Actores: Frieda Inescort, Bela Lugosi, Watt Willis...

(1) Si no recuerdo mal, aunque el vampiro Tesla sale desde el principio, el rostro de Bela Lugosi no se descubre ante el espectador hasta pasado una media hora.
(2) 12 años después, Sam Katzman produciría otra cinta licantrópica en la que aparecía otro hombre lobo con traje, The Werewolf (Fred F. Sears, 1956).
(3) No por menos, en el apartado de maquillaje tenemos (sin acreditar) a Clay Campbell, quien también colaboró en sus funciones de maquillador en la ya nombrada The Werewolf (1956).

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